La realidad de la especie policial más extendida: El patrullero común

 

policías patrulleros La realidad de la especie policial más extendida: El patrullero común. Ha muerto Anis Amri (24 años), el terrorista tunecino que recientemente sembró muerte, pánico y destrucción en un mercadillo navideño berlinés. De Germania huyó hasta Italia, donde una patrulla de policías milaneses decidió identificarlo, sin saber de quién se trataba. Premio para la dotación del coche-patrulla, compuesta por 2 veteranos y por 1 agente en prácticas. Los funcionarios, según todas las informaciones ofrecidas por los medios italianos, no pertenecían a ninguna unidad especial de asalto, de ahí que estuviesen dedicados a tareas tan mundanas, e importantes a la vez, como el patrullaje de las calles y la identificación de las personas sospechosas que por ellas deambulan.

 terrorista de berlin tiroteado italia

Dos policías le pidieron la documentación cerca de la estación de Sesto San Giovanni y Amri reaccionó sacando un arma y disparando a los agentes.

Todo esto indica que los polis eran normales y corrientes, de esos de porra en ristre. Se trataba de agentes que lo mismo atienden llamadas de violencia de género, que de incendios, que de riñas en bares; que lo mismo verifican alarmas de atracos a peleterías, bancos y joyerías. Pero el destino quiso que en la víspera de Nochebuena se toparan con el hombre más buscado de Europa. Y se lo comieron, miren por dónde, ejecutando la diligencia policial más básica del mundo: la identificación. Pasaron del “hola, buenas noches, ¿me muestra su documentación, por favor?”, verbalización que se lleva a cabo en el rango propio de la conversación, al aquí te pillo y aquí te mato. La cosa es que el asesino abrió fuego contra la fuerza actuante, hiriendo de un tiro en un hombro a uno de los patrulleros, siendo repelido el atentado por el novato funcionario en prácticas, quien también a balazos logró acabar con la vida del contrario. ¡Olé sus huevos!

Calibre .22 LR vs 9 PB

Calibre .22 LR vs 9 PB

Por cierto, se comenta que el arma corta usada por el terrorista era del calibre .22 LR, el vulgar y erróneamente llamado veintidós largo. Significar que por muy marginal que sea su potencia, este calibre puede matar como cualquier otro, por más que se oigan comentarios socarrones de valientes de barra de bar. ¿Puede producir lesiones graves y hasta la muerte el atropello de un Seat Panda? Pues eso. Un dato: en 2012 fueron asesinados en Estados Unidos 48 agentes del orden, casi todos ellos a balazos. Pues bien, este es el reparto de muertos por calibre: 9mm Parabellum, 13 abatidos; .40 S&W, 6 abatidos; 5.56x45mm, 4 abatidos; 9mm Corto, 3 abatidos; .22, 2 abatidos; calibre 12 de caza, 2 abatidos; calibre 20 de caza, 1 abatido; 7.62x39mm, 1 abatido; .45 ACP, 1 abatido; .357 Magnum, 1 abatido; y .357 Sig, 1 abatido. Anda que no ha matado nada ETA con este calibre, por más que únicamente se hable del Parabellum. ¿Hay menos risitas ahora?

Policía Judicial Italiana en el lugar del enfrentamiento con el terrorista.

Policía Judicial Italiana en el lugar del enfrentamiento con el terrorista.

Pero a tenor de lo que sostienen algunos policías, jefes, sindicalistas, instructores y hasta políticos, adiestrar y concienciar bien en materia de tiro a los guardias de la porra no es importante, por lo que normalmente son desviados demasiados recursos económicos, materiales y logísticos hacia las unidades especiales y/o asimiladas. Por ello es que normalmente están poco cualificados en manejo de armas los policías que vemos por las calles, que son los que intervienen en los accidentes de circulación; que son los que denuncian vehículos mal estacionados; que son los que incautan porros y navajas en los controles; que son los que cortan las calles en Semana Santa y que son los que regulan el tráfico en las inmediaciones de los colegios, siendo además los mismos que también atienden llamadas sobre incendios, sobre mujeres maltratadas, sobre peleas en los pubs y sobre robos de todo pelaje. Pero es que estos tíos y tías son, igualmente y para colmo, los que suelen darse de bruces con los terroristas que salen a matar indiscriminadamente por las vías públicas de los países occidentales.

galería de tiro policía

Adiestrar y concienciar bien en materia de tiro a los policias normales y corrientes debería ser una prioridad

Retomando lo de Milán: bien por Luca Scatá, el bambino que tumbó al malvado. La verdad es que no sé si todos los policías italianos están muy preparados, como parece estar este, aunque intuyo que aquello va como en España. Lo importante es que un malo se ha ido al carajo, que un bueno es quien lo ha enviado a tal lugar y que el otro bueno va a recuperarse de sus lesiones.

Pero esta situación no nos es tan ajena a los españoles, me refiero a lo de que un agente en prácticas finiquite a un adversario en el curso de un enfrentamiento contra todo pronóstico. En realidad, pocas cosas son nuevas. Nuestro caso más fresco y sonado es el acaecido en 2011, cuando un alumno en prácticas de un cuerpo estatal liquidó a uno de los atracadores, del total de 3, que les estaba disparando con una escopeta del calibre 12 a él y a su binomio (los demás implicados usaron un Kalasnikov y otra escopeta de caza). Estos hechos forman parte de un capítulo del libro “En la línea de fuego: la realidad de los enfrentamientos armados” (Tecnos). Ojo con este incidente: durante los casi 9 meses que este agente llevaba trabajando en la calle, insisto que en periodo de prácticas, nunca jamás había sido instruido en tiro. Ese día, frente a tan potente fuego contrario, descubrió que su arma funcionaba, si bien se trabó más de una vez. No se trataba de un excelente tirador ni nada de eso, simplemente disparó un puñado de cartuchos en dirección a los malos, dando una bala en el entrecejo de uno de ellos. Pese a que todo acabó bien gracias a una buena mezcla de valor y azar, desde lo más alto se apresuraron a decir que “es que somos la caña”.

Peor hubiese ido todo si lo de Milán y lo de este atraco le hubiese ocurrido a policías locales andaluces en prácticas: no llevan armas de fuego (sucede lo mismo en otras muchas comunidades autónomas). Así lo recuerda en una reciente entrevista Juan Cadenas Luna, el policía español más famoso del momento, aquel al que le sacaron un ojo con un trozo de cristal, porque nunca le habían inculcado que tenía derecho a defender su vida, tratasen de quitarse con un tenedor, con un Cetme o con un destornillador. Por cierto, Cadenas me participó en su momento que incluso habiendo jurado ya el cargo, prestó servicio sin pistola durante varios meses, porque aunque el arma estaba en el armero y la documentación se hallaba tramitada, su jefe tenía que firmar y sellar un oficio de remisión a la Intervención de Armas de la Guardia Civil, resistiéndose a hacerlo. Muy de aquí, porque nunca pasa nada.

Fue en esa época cuando Juan se vio solo y desarmado corriendo detrás de un hombre armado con una pistola del 9 Corto, con la que acaba de herir de 2 tiros a un vecino del pueblo. En realidad esa noche Juan no patrullaba solo, sino que le acompañaban 2 vigilantes municipales, igualmente inermes. Muy nuestro. ¿Que qué pasó con el menda del 9 Corto? Pues que se dio por patas cuando vio aparecer a Juanito en la escena, logrando huir en el BMW que lo estaba esperando. Así y todo, el policía decomisó in situ una importante cantidad de tabaco de contrabando, empleándose a fondo para impedir que el género desapareciera, dado que se hallaba en zona hostil. Y es que cuando se quiere, casi siempre se puede.

Texto: Ernesto Pérez Vera

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diciembre 26, 2016 16:30