La preparación del oído y empistonado de la vaina. En el anterior artículo vimos como recalibrar, limpiar y preparar las vainas dejándolas a la medida oficial y con los cortes del cuello suavizados. Todo listo para el siguiente proceso: El empistonado de la vaina.
Tanto si la vaina es nueva como si ha sido disparada, hay que retocar el bolsillo antes del empistonado. No es raro encontrar un pistón que no entra cuando intentamos colocarlo y ya puedes hacer fuerza, es que no entra porque no tiene hueco suficiente. Para eso hay un pequeño utensilio que rebaja la circunferencia y el fondo del bolsillo hasta dejarlo a la medida perfecta para que aloje correctamente el pistón.
Ese utensilio tiene dos tamaños, para Small Pistol/Rifle y Large Pistol/Rifle.
El resultado es un trabajo bien hecho, con unos brillos radiales que dan buen aspecto. Además tienes la ventaja de que se queda para siempre y que a la hora de limpiar a carbonilla del tiro el mismo utensilio te la limpia y se queda como si lo acabaras de recortar.
Conviene recordar que el pistón ha de entrar hasta el fondo de modo que su copa quede ligerísimamente por debajo de la línea del culote. Cuando se trabaja el bolsillo como os acabo de decir, podemos estar seguros de que el pistón está donde debe, pero, los que preferimos asegurarnos por nosotros mismos podemos hacer varias cosas. Cuando era soltero y tenía mucho tiempo, me tomaba la molestia de poner de canto una tarjeta en el culote, alzaba el conjunto y veía la luz. Ahora ya sólo paso el dedo ese que “ve” mejor que el ojo, no es broma, con un poco de entrenamiento te acostumbras a reconocer si el pistón está a la medida adecuada.
Pasemos ahora a trabajar el oído que es el lugar por donde pasa la chispa a la pólvora. Gracias a la competición me acostumbré a tocar también el oido, y creo que es de utilidad. Piensen que estamos en la fase de case-prep. o preparación de la vaina y cualquier cosa que le hagamos se queda para siempre y mejora su rendimiento.
Hay otro utensilio muy sencillito y nada caro que redondea y deja a su medida el agujero del oído, además de atrompetar la pared del lado opuesto, el que da con la pólvora. No os habéis encontrado alguna vez con un agujero pequeño en la vaina. Esto, que de por sí ya es una ventaja, en realidad viene a solucionar un problema de casi todas las vainas norteamericanas. En Europa se fabrica la vaina con su agujero, pero en los USA se fabrica ciega y después se hace el agujero, salvo casos de delicatessen (léase modelos altos de Federal, Nosler Custom y poco más). Eso hace que en muchos casos haya una rebaba dentro, precisamente donde más molesta, que es en la transmisión de la chispa a la pólvora; en casos extremos hace escudo y el resultado es que no se quema toda la pólvora con la consiguiente diferencia en velocidad, presión, etc. Esta rebaba-escudo se elimina con la herramienta que os acabo de comentar.
Este útil hay que regularlo hasta que salga por el oído y la boca de la vaina quede apoyada en el cono del mismo. Para regular su longitud posee un tornillo, pudiendo, al aflojarlo, desplazar el cono hacia delante y atrás. En la siguiente imagen se ve el metal que ha ido quitando y cómo quedan el bolsillo y el oído. Ya tenemos la vaina preparada para que pueda recibir bien el pistón.
El siguiente paso va a ser el empistonado. Básicamente hay dos sistemas para empistonar: el de la prensa y el de pistola. Veamos primero el de la prensa:
No todas las prensas lo tienen incorporado, pero las que van en kit (con dosificador, trimmer, trickler, etc.) normalmente llevan también un empistonador.
Como sabemos, el pistón es cilíndrico y tiene una copa con los cantos redondeados en un extremo, en el otro esta el lado que no tiene los cantos redondeados (algo muy importante a la hora de voltear los pistones, luego veremos porqué).
Tenemos en el kit una bandejita con tapadera, sacamos la tapa y metemos los pistones tal y como salen de la caja; si están todos organizados con su copa hacia arriba mejor, porque pegamos las dos bandejas como un sandwich y les damos la vuelta para que se quedén los yunques mirando hacia arriba. Tapamos la bandeja del kit y le damos la vuelta a la caja; ya están todos los pistones colocados correctamente en la tapadera.
Aquí viene lo bonito. Si tenemos los pistones unos boca arriba y otros boca abajo, nos limitamos a ponerlos directamente en la bandeja. En una observación más detenida veremos que esta bandeja no es lisa sino que tiene pequeños anillos concéntricos que le dan un relieve. Cogemos la caja y la agitamos suavemente de lado. Con el movimiento, los pistones gracias al relieve de esos anillos y jugando con el canto redondeado del otro lado, se van poniendo hacia arriba.
Ahora se pone la tapadera para darle la vuelta a la bandeja-caja y los pistones quedan con la copa hacia arriba en la tapadera.
Con el kit de empistonado de la prensa RCBS viene un tubo rematado en una pequeña pieza de plástico por donde se meten los pistones en línea. En otro extremo el tubo tiene salida pero de momento está cerrada mediente un pasador.
Una vez tenemos el tubo lleno, lo invertimos y lo alojamos en el empistonador de la prensa. Le sacamos el pasador y los pistoles caen hasta un tope con muelle. Ese tope se acciona a mano con el pequeño cuerpo del empistonador, que tiene unos grados de movimiento gracias a un fleje. Sencillísimo, ¿verdad?…pero había que inventarlo.
Una pequeña presión del cuerpo del empistonador y cae un solo pistón.
Con este sistema he empistonado miles y miles de cartuchos, tanto de arma larga como de arma corta y nunca falla. No se ha estropeado ni roto nada y aunque yo trabajo con material RCBS, conozco a usuarios de Lyman, Hornady, ya no te digo Redding, etc, que tampoco han tenido problema, así que cada uno elija los colores que le gusten.
El empistonador se adelanta gracias a su fleje y se mete en una ranura que tiene el árbol de la prensa, como la expulsora de un Mauser. Queda encarado bajo el bolsillo de la vaina. Bajamos la palanca un poco y la vaina queda empistonada. Repetimos el proceso hasta que se acaben los pistones del tubo.
Antes de continuar con el otro sistema de empistonado me gustaría comentaros un pequeño detalle de elección del pistón. Dentro del tamaño Large Rifle tenemos el pistón modelo 200, que es el standard, el de Bench-Rest, llamado BR-2 y el Magnum.
Como estamos recargando el 30-’06 Sprg, que es un cartucho standard, le pondremos normalmente el 200. Hay quien tiene buen ojo y se da cuenta de que yo le pongo a todos los cartuchos standard el pistón BR-2 y se sorprende. La explicación es que los 200 y los BR-2 no se diferencian entre ellos como lo hacen de los Magnum. El BR-2 no es más caliente, sólo se diferencia en que se ha fabricado con más detalle y ha pasado un control de calidad muy minucioso. Es, por lo tanto, un pistón que se puede usar en estos cartuchos. Así que con este pistón yo recargo el 30-’06 Sprg, el .308 Winchester para cazar y competir, el 6,5 Sueco, el .270 Winchester, el 7,5 Suizo, etc. Al contrario, como es natural, a otros cartuchos como el 7 mm RM les pongo su correspondiente pistón Magnum.
Existe otro sistema de empistonado, el de tirilla. En este caso, los pistones vienen puestos en una tirilla que pasa por una pequeña prensa especial. Es tan bueno como cualquier otro y se puede ver en las webs de Brownells, Sinclair, Natchezss.
Yo por el contrario uso el de pistola desde hace más de media docena de años. No es que lo considere mejor que el del kit pero es el que empleo habitualmente. Hay varias marcas que tienen este sistema. De ellas, algunas lo hacen como éste que os muestro a continuación. La ventaja que tiene es que usa exactamente el mismo shell holder que se emplea en la prensa para recargar. Lo quitas de ahí y lo pones aquí; y viceversa.
Lleva una bandeja con el diseño de anillos similar a la bandejita volteadora de pistones que vimos unas líneas más arriba, y se usa para lo mismo. Tiene tapadera semi-trasparente. Inclinas la mano hacia dentro y ves los pistones dirigirse a una puerta de salida. Se canalizan de uno en uno hasta encararse con una pequeña barra cilíndrica que los eleva hasta el culote. Tampoco falla nunca. Tiene dos juegos de piezas maestras, la blanca y la negra, cada uno con su barra empujadora para cada uno de los dos tamaños de pistón. Naturalmente, con la misma pistolita recargo el .32 S&W Long para la pistola de Fuego Central, el 9 Luger y los cartuchos de arma larga, incluso los de competición.
En la siguiente foto se ve la pieza maestra negra, que es la de pistón grande, instalada en la pistola de empistonar. Sobresale la barra empujadora; sólo para que se vea. En realidad esta pieza va dentro y cae libre por gravedad. Acompaña a la otra, la blanca, para pistón pequeño y su barra. Sobre las barras hay que decir que tienen los extremos diferentes: uno convexo y el otro plano; se usa el plano porque el convexo podría hacer detonar el pistón.
Una vez colocado el pistón en la vaina ya hemos completado dos de las cuatro etapas de la recarga de un cartucho. Quedan las otras dos, primero rellenar el combustible y por último poner el tapón pero esas cuestiones las dejaremos para futuros artículos.
Artículos relacionados:
-
Recargando el 30-06. Preparación de la vaina
-
Nomenclatura de la cartuchería metálica
-
La vaina, el gran avance hacia las armas modernas