Todos sabemos que las armas son peligrosas si no se manejan con precaución pero al contrario de lo que ocurre en otros aspectos de la vida, en un accidente con armas de fuego no tendremos la oportunidad de lamentarnos o pedir perdón por el mal causado. Un solo segundo de despiste puede traer consecuencias irreparables para usted o las personas que le rodean.
Cabe destacar que muchos de los accidentes con armas de fuego, no se producen durante la caza o en campo de tiro, sino en el interior del hogar. Según datos de la OMS, España se sitúa a la cabeza de Europa en lo relativo a muertes por accidentes con armas de fuego.
Por lo tanto, en este artículo me gustaría hacerle reflexionar sobre una serie de hábitos adecuados en el manejo de armas. Comenzaré diciéndole que existen tres normas básicas relativas a la seguridad:
1. TRATE SIEMPRE LAS ARMAS COMO SI ESTUVIERAN CARGADAS.
2. NUNCA APUNTE EL ARMA HACIA UNA PERSONA.
3. PONGA SOLO EL DEDO SOBRE EL GATILLO CUANDO VAYA A HACER FUEGO.
Estas reglas suponen una serie de barreras que se deben respetar siempre. Aun así, están diseñadas para que en caso de que se salte alguna, se puedan seguir impidiendo heridas o muertes no deseadas. Es necesaria una acumulación de errores o negligencias para que se produzca un hecho con consecuencias fatales.¡¡Por favor memorícelas y respételas escrupulosamente!!
No se fie de la palabra de aquel que le diga que un arma está descargada, debe verificarlo personalmente. La única manera de comprobarlo es examinar la recámara y verificar que no queda ningún cartucho dentro.
El hecho de haber quitado el cargador y tirar de la corredera hacia atrás no garantiza que el arma sea segura. Debe comprobar el interior de la recámara a la vez que tira de la corredera. Pudiera darse el hipotético caso que durante el último disparo se haya roto la uña extractora y por lo tanto aun haya un cartucho en el interior de la recamara.
La persona bien instruida siempre supervisa que el arma esta descargada. Realice las comprobaciones pertinentes tanto antes de empezar a entrenar como después de su uso cuando vaya a entregársela a alguien. Realícelas despacio, cerciorándose que no existe ningún peligro, no obstante aun sabiendo que el arma está descargada respete las tres reglas básicas de seguridad.
Nunca apunte un arma hacia ninguna parte de su cuerpo o contra otra persona. Mantenga siempre el arma apuntada en una dirección segura, la boca de fuego debe estar dirigida hacia un lugar que no represente peligro para usted o los que le rodean. Nunca permita que le apunten con un arma, ni siquiera cuando esté descargada, recuerde la primera regla. Si usted se encuentra en la posible trayectoria de un disparo fortuito, salga rápidamente del recorrido de la bala y recrimine a quien porta el arma que lo haga de forma segura.
No sitúe su dedo índice sobre el disparador hasta que identifique el blanco y esté preparado para hacer fuego. Cuando sostenga su arma aun estando descargada, acostúmbrese a colocar el dedo totalmente estirado a lo largo de la corredera. Poner en práctica y entrenar este hábito es importantísimo. Además de ser un síntoma de saber hacer en el manejo de armas, dará seguridad a los que le rodean.
Repase mentalmente la colocación de su dedo índice cuando practique desenfundes, e incluso haga que su instructor o algún compañero verifique que cumple esta regla básica antes de practicar con munición real.
Asegúrese de conocer todos los dispositivos de seguridad que posee su arma, pero tenga en cuenta que ninguno de esos seguros sustituye a las normas de seguridad que expusimos anteriormente, recuerde que el mayor seguro es tener en cuenta esas tres reglas.
Cuando vaya a hacer uso de un arma de fuego no consuma bebidas alcohólicas, medicamentos o sustancias que alteren su capacidad de atención o de juicio. No lo haga tan ni siquiera cuanto la lleve con usted sin intención de usarla.
Con las armas de fuego no se juega. Antes de enseñar un arma a alguien que no tenga el suficiente grado de instrucción su manejo, debe extremar las precauciones y transmitirle los conocimientos básicos de seguridad.
Cuando proceda a limpiar sus armas, asegúrese que estén descargadas y aparte la munición del lugar donde esté trabajando. Puede que en un acto reflejo introduzca algún cartucho en el cargador y sin darse cuenta guarde el arma cargada después de limpiarla.
Nunca alivie el percutor disparando al aire. Un proyectil disparado en vertical después de alcanzar su altura máxima, caerá al suelo con una energía capaz de herir o matar a una persona.
¡Por favor respete estas normas y no haga aumentar las estadísticas de muertes por armas de fuego!